RECOMENDACIONES DE SEGURIDAD


El proceso de alquiler de una vivienda es, habitualmente, algo sencillo y suele hacerse sin complicaciones. El propietario ofrece una casa para alquilar con unas condiciones y si el inquilino está de acuerdo con ellas acepta. Normalmente hay dos momentos clave en todo el proceso. El primero es abonar la reserva y el segundo es ocupar el alojamiento, donde abonaremos el resto del importe solicitado. Estas transacciones suelen ser fáciles, pero a veces se pueden producir malos entendidos entre las partes o desagradables sorpresas que podemos prevenir si tomamos ciertas precauciones.
Les informamos que el proceso del alquiler es responsabilidad del que anuncia y del que va a alquilar.
Recomendamos tomar las siguientes precauciones:

Antes de abonar la señal:
Contraste toda la información que aparece en la página con el propietario de la casa. Los puntos principales a asegurar son: capacidad, limpieza, electrodomésticos, servicios, distancia a la zona urbana más cercana, comercios, lugares de su interés, etc. Asegúrese que la casa que va a alquilar es la que se anuncia y está viendo usted en las fotografías. No dude en preguntar directamente al propietario.
No olvide preguntar todos los datos de contacto que le interesen al propietario del alojamiento: nombre y apellidos, teléfonos (a ser posible un fijo) y dirección exacta de la casa de vacaciones. Anote todos estos datos por escrito e imprima el anuncio, ya que no tiene por qué permanecer el mismo siempre en Internet (aunque la haya guardado en favoritos).
A la hora de pagar la señal hágalo a través de la cuenta bancaria del propietario, de esta manera se tiene la certeza de que esa persona física o empresa existe (los bancos exigen unas serie de datos y documentos a la persona que ha abierto una cuenta). No recomendamos servicios de pago rápido, ni giros postales.
Concierten una fecha para volver a ponerse en contacto antes de la entrada a la casa y asegúrense de conservar los teléfonos correctos. Es recomendable contactar quince o veinte días antes de la fecha y lógicamente uno o dos días previos a la llegada.
Si se realiza contrato (lo más conveniente) revise cuidadosamente el mismo antes de firmarlo y si no está convencido, acuda a un profesional para que lo supervise.

A la llegada al alojamiento:
Entregar una fianza es algo perfectamente legal, pero sólo se puede pedir en el momento de ocupar el alojamiento si así estaba pactado o previsto en las cláusulas del contrato. En cualquier caso, esa fianza no debe ser superior al 25% del importe total del precio del alquiler y se tiene que reintegrar al cliente cuando finalice el contrato, tras haber deducido las cantidades que en su caso procediesen por posibles deterioros o incumplimientos.
Compruebe que la casa está en perfecto estado a la hora de ocuparla y si hay algún desperfecto hay que hacerlo constar antes del pago o firma del contrato ya que si no se recoge esa cláusula ni existe un inventario, en caso de problemas será el propietario de la casa rural o vivienda turística quien deba probar el estado en que se encontraba la misma, antes y después de la estancia.
Guarde la publicidad: los folletos publicitarios, resguardo de transferencias, facturas, contrato, correos electrónicos y demás documentos pueden ser necesarios como prueba ante una posible denuncia  o reclamación.

En caso de reclamación:
- Denunciar en el cuartel de la Guardia Civil más próximos a su domicilio, explicando lo sucedido y aportando todas las prueba de las que disponga.